sábado, 10 de diciembre de 2016

Domingo III de Adviento – Ciclo A (Mateo 11, 2-11) – 11 de diciembre de 2016



Mateo 11:2-11

Juan oyó hablar en la cárcel de la actividad del Mesías y le envió este mensaje por medio de sus discípulos:
  — ¿Eres tú el que había de venir o tenemos que esperar a otro?
  Jesús respondió:
   — Vayan a contar a Juan lo que ustedes ven y oyen: los ciegos recobran la vista, los cojos caminan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres reciben la Buena Noticia; y, ¡feliz el que no tropieza por mi causa!
  Cuando se fueron, se puso Jesús a hablar de Juan a la multitud:
   — ¿Qué salieron a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? ¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre elegantemente vestido?
   Miren, los que visten elegantemente habitan en los palacios reales. Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Les digo que sí, y más que profeta.
  A éste se refiere lo que está escrito:

   Mira, yo envío por delante
   a mi mensajero
   para que te prepare el camino.

  Les aseguro, de los nacidos de mujer no ha surgido aún uno mayor que Juan el Bautista. Y sin embargo, el último en el reino de los cielos es mayor que él.

Reflexiones:  Pagola, Ulibarri, Fray Marcos, Sicre

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